El hambre emocional:qué es, para qué sirve y cómo gestionarlo
Quizás llevas un largo rato leyendo sobre el hambre emocional y has llegado a este artículo buscando esa fórmula mágica para eliminar el hambre emocional de una vez. Pero hay una cosa que quiero decirte…
Lo que quiero decirte es que EL HAMBRE EMOCIONAL NO ES MALO ni es algo al que tengamos que esforzarnos en eliminar. Por eso, si sigues buscando cómo eliminar el hambre emocional puede que termines frustrado, confuso e incomprendido con lo que te está sucediendo. Y eso no es justo. El hambre emocional se puede entender como una forma de comunicarse contigo mismo.
Sí, ya sé que suena confuso y quizás te sientas más perdido…. pero es importante que sepas que comer sintiendo ciertas emociones es totalmente natural y común.
“Para mantener la vida necesitamos comer. Si un acto tan mecánico y repetitivo no fuera placentero, acabaríamos por olvidarnos de comer y eso nos llevaría primero a enfermar y luego a la muerte. Sentir emociones con la comida es necesario e inevitable. La alimentación emocional es vital. La alimentación emocional no hace sufrir, todo lo contrario, nos permite disfrutar con la comida: es nuestra forma natural de relacionarnos con la comida. La comida siempre nos provoca emociones. Somos emoción, nuestra alimentación es parte de ello.”.
Fragmento del libro Otra nutrición es posible de Julia Jiménez
Entonces, ¿Cuándo se consideraría el hambre emocional como algo “perjudicial” o como limitante en nuestras vidas?
Podríamos considerar como limitante, cuando utilizamos la comida como el único recurso para afrontar las situaciones o problemas. Al reducir nuestras capacidades de afrontamiento a la comida, nos perdemos otras oportunidades de crear estrategias más adaptativas y diversas ante diferentes situaciones que nos toque vivir.
Cuando sólo tenemos la comida para aliviar el estrés, la soledad, los conflictos emocionales etc…nos puede generar mucho sufrimiento. Afortunadamente, como seres humanos que somos, podemos construir otras formas más para afrontarlos. Es importante conocer el proceso subyacente de las estrategias creativas de afrontamiento relacionados con la comida. Difícilmente, se podrá modificar algo, sin antes comprender su función. En psicoterapia puedes encontrar el sentido de tu hambre emocional y relación con la comida.
¿Para qué sirve el hambre emocional?
No hay una respuesta única ya que según la historia vital de cada persona servirá para varias cosas. Entre otras cosas, el hambre emocional nos puede servir como una forma de conectar con nuestras propias necesidades que no están siendo atendidas.
Si vienes a eliminar el hambre emocional, te invito a que amplies tu mirada hacia tu forma de relacionarte con la comida.

¿Cómo se puede empezar a gestionar?
Uno de los pasos es ampliar la mirada hacia la forma que tenemos de relacionarnos con la comida. Ahí está el bienestar, en tener una relación realista, flexible y adaptativa con la comida. De esta forma, se puede trabajar lo que al hambre emocional se refiere.
Tómate tu tiempo y desde la amabilidad y curiosidad te invito a que hagas las siguientes preguntas: ¿cómo es mi relación con la comida?, ¿desde qué lugar me alimento?, ¿qué siento cuando como determinado alimento?, ¿cómo me nutro?, ¿qué me digo?, ¿qué siento?, ¿qué busco?, ¿qué alivio? ,¿Eres consciente de cómo te alimentas?, ¿te alimentas de forma automática?, ¿Cómo es tu entorno en el cual comes?, ¿comes corriendo?, ¿tienes tiempo para alimentarte a tu propio ritmo? hay miles de preguntas que pueden ayudarte a ampliar la mirada hacia el hambre emocional.
¿Es normal querer eliminar el hambre emocional?
Es normal y natural querer eliminar el hambre emocional cuando la relación emocional con la comida te resulta molesta, frustrante, agobiante, dolorosa… claro que es normal querer eliminar algo que no te haga sentirte bien. Sin embargo, el foco no está en el alimento per se, sino en la relación que tienes tú con el alimento. Y sí, aunque el hambre emocional nos da la oportunidad de regresar a uno mismo para conectar con su esencia y sus necesidades emocionales/relacionales, no deja de ser un proceso que para muchos sea incómodo y algo qué evitar.
Y no es tu culpa, no. No nos han enseñado a sentir la incomodidad, la agitación interna, la sensación del vacío…nos han enseñado a todo lo contrario, a evitar, a ocultar, a reprimir…. sin embargo, una de las formas de mejorar tu relación con la comida, es permitiéndote sentir precisamente justo aquello que estás evitando.
Si te hace bola, puedes pedir ayuda profesional. Porque, ¿sabes qué? no hace falta que lo pases tú solo, está bien que tengas tu propio espacio para ser escuchado, visto, reconocido y acompañado en tu proceso.
Referencias bibliográficas
Jiménez, J (2021). Otra nutrición es posible: Disfruta de una alimentación consciente, integral y natural. Ed.Zenith.
Herrero, G. & Andrades, C. (2020).Psiconutrición. Aprende a tener una relación. Ed.Almuzara.